
Buen día.
Muchas risas.
muchos Colores
Mucho calor en esta ciudad y...un día menos para el sur del sur
Olvidemos ser adultos por un día y juguemos a esos juegos que desde chicas nos robaban una sonrisa, como saltar la soga o jugar a la casita en el patio de atrás de casa. Andar en bicicleta desde la tarde hasta que cayera el sol y bailar hasta sacarnos los zapatos de dolor...
Volvamos por un día a esos momentos que marcaron nuestras vidas, como aquellas meriendas de chocolatada y galletitas.
Tomémonos de la mano y vayamos al carrusel de la alegria, vayamos a la diversión sin fin e inocente, nutriéndonos de la simpleza de la vida.
La tiza
A contracorazón, sin alegría, cumplía la tiza su trabajo de cada día en una escuela de Praga.Sufría la tiza, gemía. Chillando hacía lo que debía: la maestra la obligaba a dibujar, en el pizarrón, palabras despedazadas en sílabas, acribilladas de acentos, y números ordenados como soldaditos en fila.Mientras los niños crecían, la tiza encogía. Poquito cuerpo le quedaba, cuando la maestra la tiró al cesto de la basura.
La tiza despertó, un rato después, en el fondo del bolsillo de uno de los alumnos.
Ese niño se sentó, en plena calle, y dibujó sobre el asfalto. Con aquel último resto de tiza, el niño dibujó el viento. Y la tiza, feliz, ni se dio cuenta de que se desvanecía para siempre.